Cualquier cosa que os podáis imaginar puede tener una influencia muy grande en el desarrollo de una jornada laboral. Elementos como la disposición de los muebles o máquinas que hay en unas oficinas o en una fábrica, la limpieza que exista en el espacio de trabajo, el ambiente de trabajo que haya en las instalaciones o el mismo color de las paredes, que como sabéis tiene una influencia en la mente de las personas. Es evidente que hay muchas cosas que han de ser tenidas en cuenta para cumplir con el cometido de conseguir que el espacio de trabajo sea lo más cómodo posible para la gente que se desempeña ahí.
Hace algunos años decidí abrir mi propia empresa, una fábrica en la que se producen colonias y determinados productos de droguería. Desde la pandemia, he tenido la sensación de que este tipo de productos ha ganado presencia en las casas de los españoles y españolas y creía que era un buen momento para abrir una planta dedicada a esto en mi localidad natal. Por eso, y teniendo en cuenta todo lo que os estaba diciendo en el párrafo anterior, me lancé a darle vida a mi proyecto. Lo conseguí en un tiempo que creo que fue récord para un país en el que, como sabéis, hay un exceso de burocracia para estas cosas.
Fueron muchas las cosas que tuve que decidir para garantizar que la comodidad de los trabajadores estuviera garantizada. En concreto, pensé en todas y cada una de las cosas que os comentaba en el primer párrafo y tengo que reconocer que una de las cosas en las que pasé más tiempo decidiendo y sopesando las opciones con las que contaba era el color de las paredes interiores de la fábrica. La verdad es que nunca en mi vida he mostrado un interés tan grande por eso. Pero claro, cuando pasas a dirigir un negocio, hay muchas cosas que cambian. Esta fue, sin duda, una de ellas.
Sé que no tiene nada que ver el color que elijes para un hogar que el que debes escoger para tu fábrica, pero la verdad es que no pude evitar pensar en qué colores resultan más atractivos en un hogar para sentirse más cómodo dentro de él. Eché un vistazo a un artículo que fue publicado en la web de Ad revista acerca del significado de los colores y su influencia en la felicidad y bienestar en el hogar. Estas son algunas de las cosas que se mencionaban en relación a los más populares.
- El amarillo es símbolo de buena suerte en algunas culturas y, sobre todo, es el color de la felicidad para mucha gente.
- El azul es uno de los mejores símbolos que podemos encontrar para la serenidad y la paz.
- El rosa es el color de los flamencos, un color que transmite franqueza y amabilidad, además de ser un color juvenil en las culturas orientales.
- El rojo es uno de los colores más poderosos de todos cuantos existen. Es sinónimo de fuego, amor, drama, pasión, poder, sangre y lujuria.
- Al verde nunca le vamos a poder desligar de la naturaleza y la sostenibilidad, valores que han cogido mucha importancia en la sociedad de hoy en día.
Es verdad que esta explicación suele darse en términos generales cuando hablamos de colores, pero también me resultaba interesante conocer qué es lo que piensa gente profesional como los interioristas. En la web de Ad Magazine se comentan cuáles son los colores de pintura favoritos para este gremio. Los que se mencionan son el turquesa, el amarillo suave, el verde musgo, el amarillo mostaza, el azul rey, el azul cielo o el violeta claro, entre algunos otros. Son colores que vienen siendo tendencia en los tiempos que corren y que, desde luego, han venido hasta nuestros días para quedarse y causar sensación entre todo tipo de públicos, algo que, por supuesto, ya están haciendo.
Teniendo todo eso en cuenta, empecé a pensar en varias opciones para pintar mi fábrica, tanto por dentro como por fuera. La verdad es que tenía varias opciones que me gustaban y solicité información y apoyo a algunas de las personas de mi máxima confianza para saber qué opinaban ellas. Necesitaba algo de corte industrial para el interior de la fábrica y algo que llamara la atención por fuera y que fuera en consonancia con el logotipo que ya teníamos preparado para nuestro negocio. Nunca me habría imaginado que me interesara tanto este tema, pero lo cierto es que empezaba a verlo como algo relevante y que podía tener una influencia muy grande a la hora de garantizar la productividad del personal.
Debía tener en cuenta, por supuesto, que no es lo mismo una pintura para el hogar que una industrial. En la industrial hay que tener en cuenta que hay que confiar en materiales que sean intumescentes e incluso ignífugos para garantizar la seguridad de los trabajadores y trabajadoras. También debía tener en cuenta que podría necesitar pintura para suelos, que es diferente a la que recubre las paredes interiores y exteriores de la fábrica. La verdad es que todas estas especificaciones tampoco las había tenido en cuenta en un principio, pero resultaba evidente que eran necesarias y que tenía que tomar decisiones al respecto.
Empecé a pensar en varias posibilidades para cada una de las cosas de las que os estaba hablando. Lo que tenía claro era que quería ser yo mismo quien comprara la pintura con la que pintar tanto los exteriores como las paredes interiores, para que el tono fuera exactamente el que yo quisiera y que no hubiera ningún cambio que después me fuera a sorprender a este respecto. Había podido averiguar que algunas otras personas que dirigen fábricas se han encargado de eso y no quería ser menos en este sentido. Y es que, como os he venido comentando, no es algo que deba dejarse al azar ni mucho menos.
El color de la pintura en el interior y el exterior de mi fábrica es algo en lo que quise implicarme y, cuando tuve claro cuáles eran los tonos elegidos, lo que necesitaba era comprarlos en un lugar en el que supiera que la calidad iba a ser buena. Hay muchos sitios en los que puedes hacerlo, por supuesto, pero hay que tener en cuenta que la pintura es un elemento con el que no hay que jugar porque va a determinar la imagen que tiene tu negocio. En mi caso, me decanté por Artespray, una tienda de pintura que cuenta con materiales de todo tipo: para fachadas, para interiores, para suelo, industrial, resinas, sprays, aerografía… Y eso, como no podía ser de otra manera, me transmitía confianza.
Una opción que resultó ser perfecta
El proceso derivado de pintar la fábrica fue de lo más positivo y quedó hecho incluso antes de lo que pensaba. Me gustó mucho el resultado y la verdad es que me dio la sensación de que, por dentro, había conseguido construir el espacio necesario para que la gente trabajara de la mejor manera posible y con seguridad. Como no podía ser de otra manera, la pintura que pusimos en la fachada también respondió a lo que demandábamos: que fuera del color corporativo de mi empresa y que se lograra identificar a mi negocio solamente con visualizar el edificio de la fábrica por fuera.
Cuando empezamos a trabajar, lo hicimos con una productividad que resultaba idónea para el correcto funcionamiento del negocio. Pronto conseguimos convertirnos en una de las empresas de referencia de todo el sector y la verdad es que hemos tenido incluso que ampliar la plantilla con la que inicialmente contamos para comenzar nuestra actividad. La verdad es que esto es algo que nos tiene que hacer sentirnos muy orgullosos y darnos fuerzas para continuar trabajando como lo hemos hecho hasta ahora. Relajarse no puede ser una opción y menos en el mundo tan competitivo en el que nos situamos en la actualidad.
Creo que hemos acertado de pleno con lo que hemos venido implementando a la hora de iniciar nuestro proceso productivo. Los resultados que estamos obteniendo son buenos y no cabe la menor duda de que debemos seguir tomando decisiones que estén bien meditadas y que estén destinadas a mejorar la comodidad de los trabajadores. A fin de cuentas, es la clave para que todo salga como queremos.
Un entorno industrial es un espacio en el que hay que meditar un montón de cosas. Una de las grandes claves es hacer lo posible para que la gente que pasa ocho horas diarias en nuestra fábrica se sienta cómoda y que todo esté perfectamente preparado para que puedan desempeñar su labor de la mejor manera posible. Eso repercutirá no solo en la productividad de cada trabajador, sino también en su motivación. Y es que, cuando sabemos que la empresa para la que trabajamos nos ofrece todas las herramientas para poder desempeñar nuestro labor, tenemos motivos para ser felices con nuestro trabajo.