Los fríos meses de invierno son el momento en que más tiempo pasamos dentro de casa y por supuesto, usamos la calefacción para proteger a nuestra familia de las inclemencias del clima. Sin embargo, también son los meses en lo que las facturas nos sorprenden con esos costos elevados en calefacción que suelen poner nuestros ahorros bajo cero.
No obstante, no podemos prescindir de encender la calefacción para que nuestro hogar sea confortable, lo que si podemos hacer es gozar de este lujo de una manera más eficiente y más respetuosos con el medio ambiente.
A continuación, nuestros amigos de Crear Sur, expertos en aislamiento térmico, nos comparten algunos consejos para aislar nuestra casa del frío y mantener el calor durante el invierno sin que se nos vaya el sueldo en ello.
Evita que el calor se escape por las ventanas
Las ventanas son pieza clave en el aislamiento térmico de un espacio. De hecho, hasta un 40% del calor que se pierde en invierno, tiene que ver con ellas. Para evitarlo, podemos poner una barrera, como por ejemplo unas cortinas gruesas que nos ayuden a aislar las ventanas y conseguir mantener mayor cantidad de calor en nuestro hogar.
Sin embargo, en materia de ventanas, también se debe mejorar la calidad del vidrio y el tipo de carpintería de marco, siendo el más eficiente el de madera. Mientras que, el doble cristal reduce hasta un 50 % la pérdida de calor.
Instala aislamientos en las paredes de la casa
Aunque se trata de una obra que tiene un precio elevado y que puede llevar bastante tiempo, a la larga esta solución puede ahorrarte hasta un 45% en calefacción y aire acondicionado y por tanto en la factura de la luz, con lo cual el gasto inicial se compensa con la llegada de las facturas.
Instala cenefas en la parte superior de las ventanas
Este tipo de cenefas de porespán que se colocan en los marcos de las ventanas son una excelente opción para detener el paso del aire frío a la estancia. Incluso, también puedes utilizar una solución más económica como una barra de madera o plástico corrugado.
Abre las persianas y cortinas para aprovechar la energía solar
Si es verdad que hay que echar las cortinas durante la noche para que no entre el frío, durante el día más bien hay que aprovechar la luz del sol. Como estos no pueden atravesar el vidrio, se convierten en calor radiante, por lo que es una excelente idea abrir las persianas y cortinas durante el día, especialmente si tu vivienda está orientada al norte e intentar aprovechar la energía de los rayos solares.
Sella los huecos y grietas por las que pueda colarse el frío
Las cintas aislantes serán nuestras mejores aliadas en este aspecto. Estas, y demás materiales para el mismo fin son muy económicos; además que al sellar las grietas y huecos de la casa por las que puede entrar el aire frío hará que ahorres mucho dinero.
Esto porque estas grietas y huecos en las paredes equivalen a tener abierta una ventana de 1,5 x 1 metros constantemente, lo cual conlleva una pérdida de entre un 15% y un 25% del calor.
Envuelve las tuberías de agua caliente en cinta aislante
Para reducir la pérdida de calor del agua mientras pasa por las tuberías, envuelve las tuberías en cinta aislante. De esta forma, la cantidad de energía que necesitarás para tener agua caliente será mucho menor.
Controla el uso de la calefacción
Al hablar de ahorro en calefacción, lo primero es asegurarte de tener un buen sistema de calefacción en casa y que este funcione correctamente. Incluso si el sistema es muy viejo, no está de más cambiarlo por uno más nuevo y más eficiente. Aquí algunas de las opciones que puedes evaluar:
- La opción favorita en cuanto a calefacciones individuales es la caldera (con distribución por radiadores o suelo radiante), seguida de los radiadores eléctricos (los sistemas más caros) y los equipos de aire acondicionado con bomba de calor.
- En cuanto a los sistemas de calor, los que se surten de gas natural o de biomasa (pellets) resultan los más económicos en el mercado.
- Mientras que el sistema por bomba de calor aerotérmica, si utilizamos un equipocon clasificación energética A, sería el siguiente más económico.
- Los más caros son los radiadores eléctricos y los que se surten de gasóleo.
En vista de esto, lo mejor es hacer la inversión necesaria en una caldera de bajo consumo (como las de cogeneración), las cuales a veces puedes adquirir a través de ayudas u ofertas. Además, debes hacer una revisión al menos cada dos años para que un experto garantice que funcionando de manera eficiente y de que no está usando más energía de la necesaria.
Compara las ofertas que ofrece el mercado, tanto en sistemas de calefacción como en compañías de energía, ya que puedes llevarte una grata sorpresa y un gran ahorro. Y finalmente, mantener los filtros limpios también es fundamental.
En cuanto a la temperatura. La temperatura ideal para calentar un hogar, es de 19º a 21ºC, y por la noche, es suficiente de 15º a 17ºC. Cabe acotar que sólo un aumento de 1ºC, eleva un 7% el gasto de energía, por lo que es mejor mantener una temperatura constante. Los ‘golpes de calor’ aumentan el gasto considerablemente. Poner la calefacción a 20 grados suele ser una buena temperatura para la mayoría de las personas en invierno.
Es importante colocar un termostato, y mejor si es programable. Así mantendrás de forma más fácil una temperatura óptima y conseguirás ahorrar de 8 a 13%. Incluso, si no ´puedes poner un termostato programable en tu aparato, se recomienda colocar el termómetro en la sala de estar para controlar la temperatura.
Intenta no utilizar tanto la calefacción durante el día. Más bien, aprovecha las horas de luz, y baja las persianas cuando ya sea de noche y corre las cortinas, así evitarás que se pierda el calor acumulado durante el día. Y si necesitas ventilar, con 10 minutos es suficiente.
Si usas radiadores de agua es necesario purgarlos al menos una vez al año antes de la llegada del invierno, para garantizar su correcto funcionamiento. De cualquier forma hay que mantenerlos en una temperatura constante y no provocar subidas fuertes de temperatura. Y la regla de oro, nunca los cubras, ni pongas muebles cerca, deja que el calor circule libremente.
En invierno, mucha gente acostumbra a colocar la ropa recién lavada sobre los radiadores, para que se seque más rápido. Es una mala práctica porque no permite circular el aire caliente.
Cuando enciendes la calefacción la casa se calienta porque el aire frío entra en contacto con los radiadores y se calienta, subiendo hacia arriba. Esto genera una corriente de aire caliente que se mueve por toda la casa. Si pones ropa sobre los radiadores cortarás este flujo de aire. La casa no se calentará tan rápido y la caldera tendrá que trabajar más, aumentado el consumo.
Incluso, has de saber que el suelo radiante es más eficiente que los radiadores, ya que sólo necesita calentar el agua de 35º a 45ºC para climatizar tus espacios. Además, según Tarimas Selectas, si tu suelo es de tarima o madera natural ya tienes mucho ganado, ya que se calienta mucho antes, y es mucho más cálido, que cualquier suelo cerámico o vinílico.
Un último consejo, es regular la calefacción con tus horarios. Por ejemplo, si pasas mucho tiempo fuera de casa, no dejes encendida la calefacción por el día y mejor programarla para 1 hora antes de llegar. Tampoco calientes habitaciones que no usas y vístete con ropa de abrigo.
Cierra las puertas de las habitaciones que no están en uso
Los muebles suelen absorber el calor del ambiente, por lo que es importante que solamente se encuentre en la habitación en la que estás. Para lograrlo, cierra todas las puertas de las habitaciones que no estés usando para evitar que se escape.
Intenta mantener el calor en ti mismo y no en tu casa
Muchas personas prefieren calentar la casa entera que abrigarse adecuadamente, pero si utilizas un jersey ceñido y unas buenas zapatillas dentro de casa te pueden ayudar a ahorrar en gastos de calefacción.
Alíate con los cuadros y las alfombras
No está de más recordar que las paredes no aíslan del todo, por lo que para paliarlo y subir algo la temperatura de la habitación, es una buena idea colocar cuadros o cualquier otro tipo de decoración en la pared.
Del mismo modo, en los suelos se pueden colocar alfombras de lanao las de pelo largo para proteger frente a la humedad y reducir la pérdida de calor del suelo.
Aprovecha el calor de los electrodomésticos
El calor que desprenden el horno y la cocina cuando estamos preparando la comida, el lavavajillas o cualquier otro electrodoméstico es muy efectivo para mantener una temperatura alta en los espacios de la casa, especialmente si mantienes la puerta cerrada.
Del mismo modo, también se puede aprovechar el calor que desprenden los ordenadores y las televisiones en las habitaciones.