Tenemos la suerte de que vivimos un paĂs en el que, a pesar de que tiene defectos, tiene una serie de virtudes que pueden perfectamente tapar los desperfectos que se generan hablando siempre en tĂ©rminos econĂłmicos. En España son muchos los sectores de producciĂłn que funcionan a la perfecciĂłn y que permiten obtener una rentabilidad que nos viene como anillo al dedo. Esta situaciĂłn se ha seguido desarrollando incluso durante la Ă©poca de la crisis econĂłmica y eso nos hace pensar que estos sectores van a funcionar todavĂa mejor ahora que la crisis parece que ha pasado.
Uno de esos sectores a los que nos venimos refiriendo es el del ajo, que conlleva mucho más trabajo del que nos podemos llegar a imaginar. En España se produce una enorme cantidad de este producto y ni siquiera podemos llegar a consumir una pequeña parte del mismo. Eso nos obliga a, entre otras cosas, almacenar el producto y distribuirlo. Y es que la cadena logĂstica tiene que estar perfectamente conectada para que se puedan desplazar de manera fluida las toneladas de ajo que comercializamos con el exterior.
La producciĂłn que se maneja en algunas zonas de nuestro paĂs, como en Castilla La Mancha, que es el primer productor de ajo de toda la UniĂłn Europea, hace que no sea nada fácil distribuir tantas toneladas de ajo y mucho menos almacenarlas, por lo que es imprescindible, como decimos, tener una industria detrás que sea rápida, eficaz y eficiente. Afortunadamente en España la tenemos y ese es otro de los secretos que explican que tengamos tantas posibilidades para exportar al exterior una cantidad tan grande de este producto.
Esta situaciĂłn permite considerar que el negocio de ajo es rentable en España, algo que podemos comprobar en un artĂculo publicado en el Diario de Valladolid. Lo cierto es que, aunque el precio de este producto a veces no sea tan alto como cabrĂa esperar, la rentabilidad está asegurada debido a las grandes cantidades que como ya hemos comentado logramos exportar a paĂses no solo de nuestro entorno, sino tambiĂ©n de otros continentes. Y es que no son pocos los paĂses que confĂan en España y su sector del ajo.
Es tremenda la importancia que tiene un sector como el del ajo en un paĂs como España. En nuestro paĂs no se llega a consumir una mĂnima parte de toda la cantidad de este producto que se recoge, siendo la exportaciĂłn una salida que resulta muy conveniente sobre todo porque, como ya hemos comentado en alguna ocasiĂłn, nuestros socios europeos confĂan bastante en el ajo español. Esto hace que toda la logĂstica de esta industria.
Un producto que cada dĂa es más internacional
El ajo es un producto que cada dĂa se da a conocer en más lugares. No es un producto que haya sido tan tĂpico en otras sociedades y culturas como lo es en la española. Sin embargo, cada dĂa va haciĂ©ndose un hueco entre los productos de especial interĂ©s en otros paĂses, paĂses que reciben una parte del gĂ©nero que se produce en España y que invierten en este producto enriqueciendo econĂłmicamente a empresas cuya sede social se encuentra en el interior de nuestras fronteras.
Otro de los paĂses que ha crecido mucho en lo relativo a este negocio y que se sitĂşa a nuestro nivel es China. El ajo chino es el Ăşnico capaz de competir con España, pero por suerte entre los dos paĂses existe la suficiente cantidad de kilĂłmetros para que eso, en principio, no sea una amenaza para nuestro mercado de ajo. La clave en el caso de los chinos es tambiĂ©n una buena infraestructura logĂstica, un factor que ya se ha demostrado en incontables ocasiones que es fundamental para que funcione no solo este sector, sino prácticamente todos.
No cabe duda de que el producto que ha sido protagonista de este artĂculo va a seguir gozando de una tremenda popularidad en España y cada dĂa en más lugares. La gran cantidad de aplicaciones que tiene el ajo en la cocina es algo de lo que se están dando cuenta en muchos sitios y es precisamente por eso por lo que la fama de este ingrediente es cada dĂa más grande y mejor. Y tiene pinta de que asĂ lo va a seguir siendo durante muchos años. De ello dependerá, en parte, la buena salud con la que cuente la industria agraria española.