La calidad, sin lugar a dudas, un valor añadido en toda empresa. Muchas aspiran a conseguirla. Hoy la calidad, se centra en el proceso, en todos y cada uno de ellos. Y es el análisis de cada uno de los procesos, donde se puede encontrar el posible fallo, y también la posible solución. De esta forma, una vez encontrados los fallos, cada uno de los errores, localizado el proceso en el que se ha producido el fallo, es posible solucionarlo. Y no solo eso. Además, toda la información recogida, hace posible establecer normas, estandarizar los procesos. Porque la calidad, amig@, no tiene una fórmula mágica. Es más un arte que una ciencia, y cada cual, ha de encontrar el modelo que más le satisfaga.
Sistemas de gestión de calidad
A día de hoy, la norma ISO 9001 es un estándar de Sistema de Gestión de la Calidad, de reconocido prestigio, tanto a nivel nacional como internacional, y se sitúa como un referente en cuanto a SGC, superando ya el millón de certificados en todo el mundo. Es una de las pocas susceptibles de certificación, pero su implantación, es la mejor publicidad de cualquier empresa.
¿Qué se consigue implantando esta norma?
Pues bien, en primer lugar, hace posible la mejorar de los Sistemas de Gestión de la Calidad, en todos y cada uno de los procesos de la organización. Y además, es capaz de cumplir con las exigencias del cliente, adelantándose a sus deseos, y de cumplir con las expectativas del mismo. Es por tanto, una forma muy eficaz de fidelizar al cliente. Los antiguos modelos de calidad, se centraban únicamente en el resultado final, y no en el proceso. Y al carecer de datos respecto a cada proceso, difícilmente, podían subsanarse los errores, y mucho menos prevenirlos. De hecho, la prevención, es uno de los objetivos de la implantación de esta norma. No como antes, que la calidad era entendida más como un modo de corrección a posteriori. Con las normas ISO, es posible corregir el fallo antes de que llegue al cliente.
Un Sistema de Gestión basado en la norma ISO 9001 permite que cualquier empresa, independientemente de su naturaleza o tamaño, administrar y mejorar la calidad de todos sus productos o servicios, en base a un norma de actuación, basada en la mejora continua de todos y cada uno de los procesos, y siempre, con la mirada dirigida a la satisfacción del cliente. Una vez obtenido este certificado, la empresa podrá optar a otro tipo de certificaciones de Sistema de Gestión Ambiental, Sistema de Gestión de Seguridad de la Información, etc.
La empresa que se certifica con la ISO 9001 se compromete a la mejora continua y a la normalización de su Sistema de Gestión de la Calidad, al poner de manifiesto los puntos de mejora, y construyendo las bases para que la organización se encamine hacia la mejora continua.
Otro punto importante a la hora de implantar un sistema de gestión de calidad, es que toda la organización ha de estar implicado del mismo. Un sistema de gestión de calidad debe involucrar a todo el personal, haciéndolos responsables y autónomos, y parte activa en los resultados.
El control de todos y cada uno de los procesos, no es fácil, y exige su documentación. Por ello, un software de gestión, es la herramienta más útil con la que puede contar cualquier empresa a día de hoy. Para este fin nace q-bo.org, un sistema de gestión de calidad completo en un solo software, capaz de controlar los procesos, identificando los procesos y áreas de la Organización, sus responsables e implicados y establecer puntos de control; identificando los riesgos, gestionando los riesgos de la Organización: identificación, análisis, evaluación, clasificación según resultados, tratamiento, reevaluación y seguimiento; valorando las oportunidades de la Organización: identificación, análisis, evaluación, clasificación, tratamiento, reevaluación y seguimiento; conociendo y midiendo el grado de satisfacción de los clientes, una información muy útil para la mejora continua de la organización; midiendo los procesos través de indicadores calidad en función de objetivos concretos; documentando cada proceso; planificando y ejecutando las auditorías internas; registrando cualquier incidencia; tomando decisiones a partir de los datos; evitando y reconociendo el error antes de que llegara a producirse y eliminar cualquier posibilidad de repetición en el futuro. Y además, es capaz de analizar la calidad de agentes externos a la empresa, pero relacionados con la misma, como pueden ser los proveedores y/o los subcontratistas. Por otro lado, controla el mantenimiento de las máquinas, instalaciones, vehículos, etc… así como sus operaciones, controlando los equipos para que cumplan con los requisitos establecidos. Pero no solo eso, también es capaz de actualizarse en función de la normativa, evaluando su cumplimiento. Y todavía hay más, ya que puede planificar y controlar la formación del personal, establecer los requisitos de formación para los distintos puestos de trabajo y asignar funciones y responsabilidades.
Porque de lo que se trata, es de que cada uno, como miembro activo de la organización, cumpla con sus obligaciones, siendo responsable de los resultados de sus acciones, e intentando, que como un miembro más de la empresa, tenga iniciativa, y sea capaz de resolver los problemas que se le presentan. En este sentido, es fundamental la figura del líder, elemento motivado y cohesionador de la organización.