Las instalaciones de aire comprimido son un componente esencial actualmente dentro del sector industrial puesto que mediante ellas podemos accionar cualquier maquinaria, así como cualquier tipo de actuador de válvulas. Su uso nos permite utilizar una gran variedad de herramientas las cuales han sido diseñadas para funcionar con este elemento sin necesidad de usar ningún tipo de corriente eléctrica, es por ello por lo que, mediante el uso de conductos de aire a presión, podemos llevar a cabo infinidad de funciones, desde apretar o aflojar tornillos a pintar mediante el uso de pistolas que sean adecuadas para el uso de esta tecnología. Sin embargo, además de los conductos, para poder disponer de este tipo de sistema es necesaria la instalación de compresores de aire, así como de caudalímetros, los cuales, como es lógico, también se han convertido en uno de los elementos imprescindibles a la hora de llevar a cabo una instalación industrial, con el fin de poder comprobar el funcionamiento correcto de la red.
Sin embargo, antes de comenzar a desarrollar los diferentes usos que le podemos dar al aire comprimido en la actualidad, empecemos por explicar que es y es que cuando hablamos de este tipo de gas nos referimos a una tecnología o aplicación técnica que requiere de la utilización de aire el cual ha sido sometido a una presión mayor a la de la atmósfera mediante la acción de un compresor, sea este del tamaño que sea. Además, en la inmensa mayoría de las aplicaciones que le damos de forma habitual, no solo comprimimos el gas, sino que también lo filtramos de impurezas y le quitamos la humedad que contenga. El uso de esta tecnología, tal y como os hemos adelantado es muy común en el sector industrial puesto que es más ventajoso que los sistemas hidráulicos en lo que a velocidad se refiere. No obstante, su precisión a la hora de posicionar los mecanismos es notablemente menor, puesto que no soporta fuerzas excesivamente elevadas.
El aire comprimido nos ofrece multitud de servicios en todos y cada uno de los sectores, es por lo que a continuación os desgranaremos algunas de estas utilidades más comunes:
- Talleres mecánicos y de chapa y pintura: al disponer de un buen compresor de aire, las reparaciones que se lleven a cabo en el taller serán mucho más rápidas y precisas. Asimismo, en el caso de las pistolas aerográficas usadas para pintar materiales pulverizables, este trabajo se puede hacer de una forma controlada tras realizar la mezcla por conductos diferentes. Además, otros usos del aire comprimido en los talleres pasan por herramientas neumáticas tales como remachadoras, atornilladores, taladradores…
- Fábricas de muebles: a la hora de ensamblar las diferentes partes de los mobiliarios, las pistolas de aire comprimido juegan un papel fundamental al conseguir acabados excelentes.
- Talleres de carpintería metálica y madera: en estos casos, este tipo de aire es usado de forma muy recurrente en grapadoras, prensas, remachadoras…
- Industria textil: este sector utiliza el aire para poner en funcionamiento algunas de las herramientas neumáticas que se usan durante el proceso de creación, además de para limpiar los peines y agujas de los telares para que estos funcionen correctamente.
Estos son solo algunos de los ejemplos de industrias y sectores en los que podemos encontrar instalaciones de aire comprimido, sin embargo, lo cierto es que actualmente en la gran mayoría de sectores, este tipo de montajes son muy habituales, es por ello que si nuestra intención es montar uno para nuestra empresa, debemos ponernos en manos de Repolen, ya que ellos son expertos en montaje y mantenimiento de este tipo de instalaciones y además cuentan con diferentes certificados de calidad que les hacen ser referentes en el sector.
El uso del aire comprimido en la automatización industrial
Cuando nos disponemos a actualizar los diferentes mecanismos de nuestra empresa, debemos de tener en cuenta multitud de factores, desde los costes de instalación a los ahorros que tendremos por fases, pasando por los mantenimientos que se deriven de las nuevas máquinas. En el caso del sector conservero, por ejemplo, la revolución industrial hacia la automatización industrial pasa por las latas, las cuales ya no necesitan de personal humano y los nuevos robots nos permiten monitorizar el uso de aire comprimido, así como reducir desperdicios de energía, con lo cual siempre usaremos la cantidad justa y necesaria.