Son diferentes las motivaciones que nos pueden llevar a interesarnos por el alquiler de una oficina. A veces, necesitamos probar diferentes formas de trabajar hasta dar con la fórmula que más nos conviene, ya sea por nuestro tipo de trabajo o por nuestra personalidad, ya que no todos estamos hechos para trabajar en soledad.
En mi caso, como Traductora siempre había pensado que la fórmula perfecta era trabajar desde casa. Así que esa fue mi forma de hacerlo durante un par de años, hasta que empecé a ser consciente de que lo de vivir en el mismo lugar de trabajo, si bien era el sueño de muchos amigos, en mi caso no era la fórmula idónea.
No tanto por el trabajo en sí, ya que como Traductora autónoma tengo total libertad y el primer año hasta opté por vivir en diferentes países. Si bien, con los años esta forma de trabajar me fue desgastando y empecé a valorar la opción alternativa de alquilar una oficina para separar mi vivienda de mi lugar de trabajo.
Al principio, pensé en optar por un espacio de coworking, se trata de espacios compartidos de 200 a 400 metros cuadrados, con espacio para 20 o 40 puestos de trabajo y con mesas compartidas. También está la opción, en este sentido, de oficinas de coworking que se especializan por áreas de actividad como creativos, e-commerce, community managers, entre otras profesiones, en su mayoría, vinculadas a las nuevas tecnologías y entornos digitales.
La parte positiva de este tipo de espacios es que se crean sinergias muy interesantes, son espacios muy adecuados para las actividades de networking y formación para fomentar el intercambio de ideas entre los emprendedores.
Otra de las ventajas de esta alternativa es la flexibilidad de espacios y tipos de contratos que tenemos, habiendo alternativas de “jornada completa” “media jornada”, “esporádica o rotatorias”. En este caso, se trata de espacios no fijos destinados a emprendedores con gran movilidad con lo que era la opción ideal para mí en aquél momento.
Si bien, actualmente mis circunstancias han cambiado y al haber empezado a diversificar mi negocio ampliando también la traducción con la impartición de algunos cursos la opción del coworking no me daba la privacidad que precisaba por lo que la opción de alquilar una oficina propia empezó a parecerme la opción que más me convenía.
Al tener muchos compañeros de profesión y conocidos en el mundo del diseño y otro tipo de profesionales con un perfil parecido al mío no me costó encontrar recomendaciones de empresas que ofrecían este servicio. La que más me convenció de las que me recomendaron fue Cacplus.
Cacplus, la mejor Solución para el Alquiler de Oficinas
Con Cacplus, Centro de Negocios de Barcelona, crear una oficina, bien sea física o virtual, o acceder a una sala de reuniones es rápido, fácil y económico. A diferencia del alquiler tradicional de oficinas y despachos, en el Centro de Negocios en Barcelona es fácil encontrar el espacio de trabajo que mejor se adapta a tus necesidades.
Además, se puede acceder al alquiler de oficinas en Barcelona totalmente amuebladas, equipadas y gestionadas para empezar a trabajar de forma inmediata y sin gastos de establecimiento.
Por otra parte, esta empresa ofrece total flexibilidad de contratación por días, meses o años, garantizando el éxito total de su actividad empresarial adaptando nuestros espacios a sus necesidades reales en cada momento.
