Trabajo desde hace años en una sociedad constructora de la cual soy encargado de obras. La empresa comenzó su andadura haciendo trabajos en nuestra ciudad y su entorno, pero actualmente por diversas circunstancias, entre ellas la crisis económica, se está expansionando por el territorio español, sobre todo por aquellos lugares donde todavía hay demanda de viviendas. Actualmente estamos realizando un importante proyecto en la ciudad de Barcelona, y allí hemos contactado con la empresa local Mipintor.net, que está compuesta por un equipo de profesionales con grandes ideas, especializados en técnicas avanzadas de pintura y decoración, pues nuestra empresa no deseaba desplazar mucho personal por los costes económicos que ello ocasiona, y esta compañía que es pionera en la decoración nos ayuda con su importante y cuidadosa labor, ya que los acabados y remate de un edificio son el primer golpe de vista y lo primero que llama la atención cuando entras a una vivienda.
El objeto de que nuestra empresa se haya trasladado a Barcelona es que hemos realizado un estudio de mercado y observamos que esta importante ciudad, la segunda de España, cuenta con gran cantidad de industrias, turismo y negocio comercial. Existe una gran demanda de viviendas de alto lujo o alto standing para particulares, en las cuales el cliente o futuro propietario puede hacer realidad su vivienda soñada. Normalmente este tipo de viviendas son unifamiliares, aisladas, con un gran jardín con piscina, gimnasio, instalaciones deportivas, etc. Estas viviendas, que estaban sobrevaloradas, en principio se habían resistido a bajar de precio, pero por la crisis económica estos precios se fueron ajustando cada vez más a la realidad, llegando en algunos casos a una bajada del 50%, por lo que actualmente las ventas han resurgido. Incluso la mayoría de las transacciones se hacen en efectivo, sin acudir a entidades bancarias para solicitar un préstamo o hipoteca, y en caso de que sí se haga, generalmente suele ser por motivos fiscales, no de liquidez. El tipo estándar de comprador de estas viviendas son personas con un elevado poder económico, una gran mayoría de ellos son extranjeros, sobre todo rusos y gente procedente del norte de Europa, como alemanes, británicos y escandinavos, y también asiáticos, concretamente chinos. El perfil de la edad media está bajando, pues antes eran personas ya en edad de jubilación que habían elegido España por su clima para descansar, y sin embargo ahora es gente más joven, que se instala aquí con su familia para residir todo el año, y compatibilizan su residencia aquí con frecuentes viajes a su lugar de origen, donde tienen generalmente sus empresas o centro de trabajo. Para ello necesitan ciudades o lugares en que los medios de transporte y comunicaciones, me refiero por ejemplo a los aeropuertos, estén cercanos.
Pero aparte de estas viviendas unifamiliares, tipo chalé, existen otras situadas normalmente en el casco antiguo de las ciudades, en edificios emblemáticos, con unas fachadas impresionantes y que se están rehabilitando totalmente. Se vacía el interior del edificio, conservando únicamente su fachada, y sus interiores se diseñan nuevamente acorde con los tiempos y las necesidades actuales, alcanzando unos niveles de confort y comodidad muy satisfactorios. Estas viviendas, como dije antes, situadas normalmente en la zona centro de la ciudad, están orientadas a otro sector determinado de clientes, gente que les guste o necesiten residir en el centro de la ciudad, ya sea por trabajo o por comodidad, que no les gusta desplazarse a su lugar de trabajo en coche o en cualquier otro medio, y que puedan ir caminando.
Nuestra empresa dispone en su plantilla además de personal cualificado para trabajos como albañilería, fontanería, electricidad…, de arquitectos y diseñadores de interiores, que son los que están en contacto directo con el cliente para analizar qué estilo de decoración sugiere y desea y así poder plasmar y hacer realidad su sueño, personalizando cada una de ellas, lo que las convierte en únicas y exclusivas.
Se trata de una ciudad donde todavía hay negocio para las constructoras, unas empresas que tanto hemos sufrido durante la crisis y nos hemos visto obligadas a readaptarnos para sobrevivir y mantener los empleos a nuestros trabajadores.