El aglomerado asfáltico en frío es un producto preparado listo para usar en frío pensado para la reparación de zonas estropeadas de asfalto, como pueden ser socavones, alcantarillas, tapas de registros y otros desperfectos en el asfalto. También se utiliza en los casos de necesitar crear un añadido o una zona de transición entre dos niveles, como una rampa que sirva de transición entre el asfalto y la acera, facilitando así la circulación para minusválidos o el acceso a coches a garajes.
El asfalto frío está pensado para utilizar en zonas concretas de no mucha extensión o superficie, puesto que por cada 25 kilogramos de producto se puede cubrir un metro cuadrado de superficie, imaginando que el grosor de la misma sea de 1 centímetro.
El uso de este producto tiene ventajas muy importantes, sobre todo, en el caso de pequeños trabajos de reparación de baches, socavones o para la colocación de nuevo alcantarillado.
Ventajas
Este asfalto está listo para usarse, una vez acondicionada la zona a reparar, se puede abrir el envase y utilizarse.
Un solo trabajador puede ejecutar la pequeña obra, no es necesario el uso de más profesionales.
Con maquinaria liviana para compactar el material, como apisonadoras, rodillos o placas vibratorias, se puede conseguir un resultado perfecto.
No hace falta cortar las vías o carreteras para realizar la reparación de un desperfecto, puesto que no es necesario utilizar ninguna máquina pesada que caliente el material.
Además la fácil aplicación reduce los tiempos del trabajo, reduciendo también la invasión de la vía.
El producto se adhiere a varios materiales, por supuesto al asfalto, pero también al hormigón, al cemento e incluso a la madera o al hierro.
La zona reparada es flexible, evitándose así el cuarteamiento y la aparición de un nuevo bache.
No emite olores y no contamina el medio ambiente. Una vez utilizado, en el caso de sobrar material, se puede guardar y reservar para otra ocasión.
Método de trabajo recomendado para su aplicación
- El primer paso consiste en desescombrar y retirar todo el material suelto, así como la posible suciedad.
- Una vez acondicionada la zona se puede verter el material y, a continuación, se ha de distribuir a lo largo de la zona afectada. Durante este proceso hay que procurar que el material rebose un poco.
- El siguiente trabajo consiste en la compactación del material, por eso había que echar más cantidad de material, que se puede realizar con un rodillo, una pala, un pisón.
- Por último hay que esperar a que fragüe gracias al contacto con el aire. El tiempo necesario para que se endurezca no es muy elevado.