Montar un negocio no es sencillo. A parte de todo el papeleo que conlleva, la inversión económica puede ser importante en lo que a la cuantía respecta. Si hablamos de una gran empresa o industria, los costes y la burocracia, aumentan sustancialmente. En cualquier caso, a veces puede ser mejor trabajar para otros que para uno mismo, sobre todo, cuando se trata de empezar desde cero o impulsar el negocio estancado. Aun así, para los valientes que se aventuran en el mundo empresarial, existen diferentes tipos de ayudas y subvenciones destinadas a la creación de empresas, pymes y autónomos o impulsar los negocios existentes.
Sin embargo, optar a dichas ayudas y subvenciones, conlleva a su vez, más papeleo. Tener que estar pendiente del momento de su solicitud, cumplir con los requisitos, los plazos, etc. Afortunadamente, podemos encontrar profesionales como Next Avalon Subvenciones que, se dedican a buscar, localizar y solicitar las subvenciones o ayudas correspondientes al negocio en cuestión.
Desde la capitalización por desempleo hasta la gestión de ayudas del Kit Digital pasando por los archiconocidos créditos ICO, empresas y emprendedores, pueden optar y acceder a numerosas ayudas públicas para poner en marcha su empresa o impulsar su negocio. Es conveniente conocer las características particulares de este tipo de subvenciones que se ponen a disposición de las empresas para ayudar a los profesionales a explotar su talento y meterse de lleno en su aventura emprendedora de manera más fácil.
Puesto que entre Madrid y Barcelona se encuentra la mayor concentración de talento emprendedor, las administraciones se han visto obligadas a promover diferentes tipos de ayudas y subvenciones para la creación y el desarrollo de las nuevas empresas. Estas ayudas, finalmente pueden alcanzar a todas las comunidades autónomas pues algunas poseen carácter estatal. No obstante, cada comunidad autónoma y ayuntamiento dispone de sus propias ayudas y subvenciones.
Como bien sabemos todos, poner en marcha un negocio, requiere inevitablemente de una inversión inicial y un buen plan de negocios que avale la idea y garantice el éxito de la empresa. Por esa misma razón, existen ayudas y subvenciones destinadas a facilitar esos recursos necesarios para poner en marcha el motor empresarial o impulsar la demandada captación de talento. A grandes rasgos, las subvenciones y ayudas públicas pueden dividirse en subvenciones para financiar la inversión y ayudas para la creación de empleo y autoempleo.
Objetivo: financiar la inversión necesaria
A la hora de crear una empresa, casi siempre se necesita financiación. En pocas ocasiones, el propio emprendedor, dispone de los recursos necesarios para invertir en su propio proyecto. En este caso, es posible y recomendable, recurrir a las ayudas públicas que contribuyen con recursos económicos al crecimiento de la empresa. Al igual que en el caso de ayudas para nuevos emprendedores, es importante revisar todas las oportunidades que puede ofrecer cada comunidad autónoma, localidad o el Estado. Hay que tener en cuenta que no todas las comunidades autónomas ofrecen las mismas oportunidades, como ya hemos comentado anteriormente. Aun así, podemos encontrar los siguientes tipos de subvenciones más comunes.
Una de las primeras opciones a las que puede optar cualquier emprendedor es el pago único de la prestación por desempleo. Uno de los requisitos indispensables es que el emprendedor vaya a acceder a la prestación o, al menos, le queden tres meses de paro por cobrar. En este caso, basta con solicitar al SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) el abono de la cuantía total disponible con objeto de invertir en la puesta en marcha de un negocio.
En segundo lugar, se encuentran las subvenciones a fondo perdido. Este tipo de ayudas económicas pueden solicitarlo las empresas de nueva creación y no están obligadas a su devolución siempre que se destinen a una inversión concreta acordada con la institución que las ofrece. Un ejemplo es el Kit Digital que el gobierno concede para la digitalización de las pymes. Dentro de la misma categoría, se consideran los premios para emprendedores, como el Premio Emprendedoras del Ayuntamiento de Madrid que concede una dotación de hasta cien mil euros.
En tercer lugar, los préstamos para emprendedores que ofrecen tanto el Instituto de Crédito Oficial (ICO) como la Empresa Nacional de Innovación (ENISA). Las condiciones y características que ofrecen estas entidades, están pensadas especialmente para los emprendedores. En el caso de los créditos ICO, se ponen a disposición varias modalidades de financiación mediante una colaboración con entidades bancarias. Mientras que ENISA, ofrece varias opciones en función de la fase en la que se encuentra la empresa: inicial o crecimiento. También tiene en cuenta si los emprendedores que optan al crédito, tienen menos de cuarenta años.
La cuantía de los créditos que ofrecen van desde los setenta y cinco mil euros en el caso de los jóvenes emprendedores, hasta los trescientos mil para las pymes que soliciten el crédito en su primera etapa de creación, alcanzando el millón y medio en el caso de empresas que se encuentren en caso de crecimiento.
Por otro lado, existen también una serie de ayudas sectoriales que ofrecen ayudas públicas en función del sector al que se dedique la empresa. Un ejemplo lo encontramos en las ayudas al emprendimiento de la mujer rural que impulsa Castilla y León.
Misión: empleo y autoempleo
Una de las mejores maneras de tener trabajo, es el autoempleo. Crear negocios pequeños para autoemplearse y si es posible, crear algún puesto de trabajo más, es una de las tendencias más factibles en el mundo empresarial. Pequeños negocios que requieren menos inversión y facilitan la entrada al mundo laboral.
Es sabido que las startups y las pymes son una fuente de creación de empleo dentro de sectores innovadores. De tal manera que existen varios tipos de ayudas y subvenciones destinadas a este tipo de emprendimientos. En este sentido, encontramos las bonificaciones que contempla la misma ley de startups en la que se establecen incentivos para fomentar la contratación de empleados.
Dentro del mismo apartado, se encuentran por igual, las ayudas al autoempleo. Una de las medidas más conocidas es la bonificación de la cuota de autónomos que garantizan algunas comunidades autónomas, con lo que la cuota se ve sustancialmente reducida durante un tiempo determinado, con la posibilidad de prolongar la bonificación en según que casos. Además, el régimen especial de trabajadores autónomos (RETA), cuenta con una tarifa plana para los nuevos autónomos.
Más recientemente, se crearon una serie de bonificaciones estatales que fueron aprobadas por el Gobierno y consisten en una serie de bonificaciones e incentivos para promover la contratación de empleados. En función del perfil del trabajador a contratar, las cuantías pueden variar:
- Contratación indefinida de jóvenes con una cualificación baja que se encuentren beneficiándose del Sistema Nacional de Garantía Juvenil optan a cuantías de doscientos setenta y cinco euros durante tres años.
- Transformación de contratos temporales a fijos discontinuos de las personas que se incluyan en el sistema especial agrario por cuenta ajena: cincuenta y cinco euros mensuales para hombres y setenta y tres para las mujeres.
- Contrataciones indefinidas de personas que se hallen en situación de desempleo de larga duración: ciento diez euros mensuales en el caso de los hombres y ciento veintiocho en el de las mujeres.
Por otro lado, existen subvenciones a las empresas para la asistencia técnica. A través de ellas, se concede una financiación parcial de la contratación de los servicios externos con objeto de contribuir a un mejor desarrollo de la actividad empresarial, mediante la realización de estudios de mercado, viabilidad de los negocios y organización y comercialización para poner en marcha una empresa. Estas cuantías pueden ser subvencionadas hasta en un setenta y cinco por cien del coste total de los servicios con un máximo de dos mil euros y un compromiso de tres años cotizando como autónomo.
A todo esto, podemos añadir las subvenciones a la contratación que mejoran la protección social de determinados grupos de personas, entre las que se encuentran los discapacitados, las víctimas de violencia de género o que se encuentren en riesgo de exclusión social, por citar solo algunos ejemplos. Todas estas contrataciones, cuentan con bonificaciones especiales para fomentar la creación de empleo y ayudar a las empresas a la contratación.
Como se puede observar, ayudas y subvenciones directas hay bastantes. Solo hay que estar pendiente y buscar la que se adapta a las necesidades de cada emprendedor. Hay que decir que no son excluyentes y en su mayoría, se trata de ayudas a las que se puede acceder de manera directa y complementaria, aunque también, debemos recordar que no son inmediatas. La mayoría de ellas, llegan una vez el negocio se ha puesto en marcha, algo que, por otro lado, no viene nada mal.
Como decíamos al principio de este post, montar un negocio conlleva mucho tiempo y dedicación. Una inversión de tiempo y dinero que hace necesaria toda la ayuda posible. El tiempo difícilmente se recupera pero si se invierte en hacer algo que vale la pena, no es tiempo perdido, sino invertido. El dinero siempre puede recuperarse, por lo que no hay que olvidarse de todas estas ayudas y subvenciones destinadas a amortiguar ese golpe económico inevitable.