A la hora de llevar a cabo la construcción o restauración de un local para desempeñar alguna actividad económica, hay que tener muy en cuenta cada pequeño detalle, ya que puede afectar, no solo al bienestar de los trabajadores, y al buen funcionamiento de los servicios, sino también a la experiencia completa de los clientes. Evidentemente la preocupación sobre la apariencia externa, variará dependiendo del tipo de negocio del que estemos hablando, pero, si se trata de un servicio que se desarrolla de cara al público, el color de las paredes, la altura del techo, el mobiliario, la decoración, etc., influirá en la percepción final. Cada elemento tiene valor y necesita ser tratado individualmente, así que, en este post, queremos dedicar el espacio a hablar de la importancia concreta que tiene el suelo, tanto en lo que refiere a la funcionalidad como a la estética; para después darte algunos consejos con el objetivo de que elijas las mejores soluciones para tu negocio. ¿Te interesa? ¡Quédate a leer!
¿En qué aspectos de un negocio puede afectar el suelo empleado para su construcción?
El suelo es la base sobre la que ponemos nuestros pies y sobre la que levantamos nuestras ciudades. Casi todo lo que ocurre, ocurre sobre el suelo. Aunque pueda parecer una tontería de sentido común, el tipo de material empleado en la construcción, el color, la textura, el diseño… son cuestiones importantísimas que, sin lugar a dudas, tienen un gran impacto en la manera en la que existimos sobre él. A la hora de elegir el suelo de un negocio hay que tener en cuenta, antes que nada, la funcionalidad y comodidad del mismo, puesto puede determinar el hecho de tener más o menos facilidades a la hora de caminar, así como de transportar materiales o muebles como sillas, mesas, máquinas, etc. Asimismo, el suelo también influye en la limpieza, puesto que no todos los modelos y materiales son igual de buenos para limpiar. Y como no podría ser de otra manera, el suelo tendrá un gran impacto en la estética general del negocio y la imagen de tu marca.
¿Qué materiales existen y cómo elegir el más recomendado para un negocio?
En realidad, existen tantos tipos de suelo como puedas imaginarte. Cualquier material es susceptible de terminar formando parte de un suelo. No obstante, unos modelos serán más adecuados que otros para el sector de los negocios en el que te encuentres. Todo depende del trabajo que tengas y de sus necesidades. Por ejemplo, los suelos de madera son elegantes y cálidos, pero tal vez necesitan demasiado cuidado. En el caso de que tu negocio reciba muchos visitantes, puede suponer una mala elección, ya que corres el riesgo de que se deteriore pronto y necesites cambios o restauraciones frecuentes. Lo mismo ocurre con el suelo de alfombra o moqueta, pues, en el caso de derramamiento de algún residuo, puede ser muy difícil de limpiar y terminar con manchas que afean el espacio.
Existen también las opciones de vinilo, goma, linóleo, bambú, piedra natural, pizarra, baldosas, cemento pulido, mosaico, etc. En definitiva, hay un montón de tipos de suelo diferentes y, para escoger el más recomendado, debes de tener en cuenta una serie cuestiones importantes a considerar previamente, como el uso que se le va a dar a ese espacio y la manera en la que va a ser habitado. Es decir, si va a tener que soportar mucho peso, o si, por el contrario, no va a experimentar mucho tráfico. También habría que considerar el aislamiento acústico o térmico del material, puesto que algunos son mejores que otros para retener el calor y el sonido, y esto puede determinar tu relación con los vecinos, o potenciar el ahorro en calor o electricidad. Como hemos comentado, la facilidad de limpieza también es cuestión a tener en cuenta; así como la sostenibilidad; el cumplimiento de las normativas vigentes o el presupuesto.
Evidentemente este paso necesita ser meditado con tranquilidad. Analiza con detenimiento tus necesidades y preferencias y escoge aquel material que mejor se adapte a ellas. Si determinas que no tienes el tiempo o las capacidades necesarias para ello, lo mejor es que cuentes con la ayuda de algún profesional en diseño de interiores que te explique los pros y contras de cada uno.
¿Cómo escoger el color o el diseño?
El material elegido será determinante en el color, el diseño general del suelo y el resultado final de la obra; pero no lo es todo, ya que la mayoría de materiales permiten escoger distintas opciones y variaciones dependiendo de su disposición, pintura, acabado o decoración. A la hora de decantarte por una u otra puedes pensar, por ejemplo, en cómo afectará a la imagen de tu negocio. Si estás intentando crear una marca que defina la personalidad de tu trabajo, los colores del espacio y el diseño en general afectarán bastante en este proceso. Piensa también en la amplitud y luminosidad, pues está probado que el color afecta a estas cuestiones. Los colores claros dan la sensación de que el lugar es más grande, al contrario que los oscuros, pero estos pueden ser más elegantes. Todo dependerá de tus preferencias. Asimismo, ten en cuenta que, en ocasiones, el diseño del suelo puede servir de guía para los clientes a la hora de moverse por el espacio. Durante la pandemia del COVID-19, quedó demostrada esta utilidad e incluso, en el protocolo y guía de buenas prácticas dirigidas a la actividad comercial en establecimientos físicos y no sedentarios, se consideró la señalización del suelo como una norma a seguir para hacer frente a la situación. También puede ser muy útil para guiar a las personas en momentos de mucha afluencia y evitar aglomeraciones.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, te recomendamos que compares diferentes posibilidades. Si no sabes cómo hacerlo, siempre puedes visitar tiendas dedicadas a la venta o muestra de este tipo de productos o mirar por internet. En briconeo encontrarás un amplio catálogo de suelos de distintos materiales y diseños en el que, además, te explican detalles de cada uno de ellos.
Estos han sido algunos consejos para que tengas en cuenta la importancia funcional y estética del suelo en la construcción o restauración de un negocio, ¿ya sabes cómo abordar tu obra? ¡Mucha suerte!