Las camisetas son una de las prendas básicas de ropa que más utilizamos. Podemos tirarnos casi todo el verano vistiendo camisetas. Pero no nos gusta ponernos cualquier camiseta. Preferimos ponernos una con la que nos sintamos identificados o que tenga un diseño llamativo. Internet ha disparado la variedad de camisetas artísticas para satisfacer todo tipo de gustos.
Una camiseta artística es aquella que está impresa con un diseño que es una obra de arte. Si antes las láminas y las litografías eran soportes en los que exhibir los diseños, ahora las camisetas han ocupado su lugar, con la ventaja de que nos vestimos con ellas, tiene un carácter práctico y las exhibimos allá por donde vamos.
La impresión de camisetas se empezó utilizando con efectos publicitarios. Las empresas imprimían camisetas con su logo y después se las obsequiaban a sus mejores clientes. Era un detalle para fidelizar la clientela, al tiempo que sus compradores hacían publicidad de la compañía de forma totalmente gratuita.
Todo cambió cuando algunas empresas se dieron cuenta de que sus camisetas eran más populares que su propia marca. Fue el caso de la cadena de restaurantes “Hard Rock Café”. Quién imprimió su primer lote de camisetas en la década de los 70 para patrocinar un equipo de futbol amateur de Londres, Al verlas los clientes les pedían camisetas para uso personal. La cadena empezó entonces a vender estas prendas y, hoy por hoy, son una de sus principales fuentes de ingreso.
Los grupos de rock también encontraron en las camisetas una fuente de financiación más allá de los discos y los conciertos. Era un medio por el cual sus fans hacían gala en público de que les gustaba tal o cual banda. Los roqueros se caracterizan por ser una afición más fiel que las de otros estilos musicales. No les importa viajar cientos de kilómetros si tienen la oportunidad de ver a su grupo preferido tocando en directo. Bandas como Iron Maiden, AC/DC, Rolling Stones, los Ramones o Kiss han hecho del merchandising una fuente lucrativa.
El gusto por los diseños artísticos impresos en el pecho de las camisetas ha ido extendiéndose. Hoy llevar una camiseta negra lisa no dice nada. Pero si, en cambio, luce un cartel de los años 30 o la serigrafía de un grafiti, atraes la mirada del resto y tú te sientes cómodo llevándolo. Algunas de estas camisetas se convierten en prendas fetiches para nosotros.
Hay personas que coleccionan camisetas artísticas. Es el caso de mi amiga Silvia que recorre internet en busca de camisetas que le digan algo. Un día encontró la web Arísticos, creada por un grupo de jóvenes ilustradores de Barcelona que se habían unido para imprimir sus diseños en camisetas y comercializarlos por la red. Tenía un aire urbano, acorde con los gustos de mi amiga.
Sin duda, internet ha ampliado la oferta y la diversidad de las camisetas de diseño, algo que sin duda beneficia al público y a los artistas.
La impresión bajo demanda.
Un avance importante en la comercialización de camisetas artísticas ha sido la impresión bajo demanda. Consiste en guardar el diseño en un taller de impresión de camisetas y estamparlo a medida que la prenda se encargue.
No hace mucho tiempo, lo que hacían los diseñadores era encargar una remesa de camisetas impresas y luego venderlas como podían. Tenían que adelantar el dinero y luego colocarlas directamente u ofrecérselas a tiendas de ropa, generalmente en depósito. Es decir, la tienda las exhibía y si lograba venderlas se las pagaba al artista. Si el artista no lograba vender su producto, asumía el dinero invertido como pérdida.
Hoy, con la impresión bajo demanda, el artista puede abrir su propia tienda por internet o colgar sus diseños en una plataforma de venta de camisetas bajo demanda.
Si la web es suya, una vez que le sale un encargo, lo transfiere al taller o la imprime él directamente, si tiene una impresora que trabaje sobre textil. Después, se la envía al cliente por mensajería. En este caso, el artista tiene que hacer marketing para dar a conocer sus productos y encargarse de la logística.
Desde hace dos décadas, en EEUU surgieron plataformas de internet que trabajaban con artistas recogiendo sus diseños e imprimiéndolos en camisetas, tazas, bolsas de tela y una amplia gama de productos. Son las empresas Print on Demand. Entre ellas se encuentran Printfull, Gelato o la barcelonesa La Tostadora. El blog de marketing Reactiva Online hace una comparativa entre las 12 plataformas más conocidas.
Su funcionamiento más o menos es el mismo. El artista sube su diseño a la plataforma, esta lo integra en su catálogo, y entrega una comisión al diseñador en función de las unidades vendidas. Estas webs reciben millones de visitas interesadas a diario. Usuarios que las visitan en busca de una camiseta, lo cual suponen un estupendo escaparate. El artista no debe preocuparse de los envíos, ni tampoco del almacenaje.
Un altavoz para los artistas.
La combinación internet y la impresión bajo demanda es un estupendo medio para dar a conocer el trabajo de los ilustradores. Tanto si lo hacen por su cuenta, se inscriben en una plataforma o utilizan los dos sistemas.
Las camisetas se han convertido en un soporte para difundir el trabajo del diseñador y hacerlo rentable. Si tus diseños son buenos y tienen público, con un poco de marketing, se pueden comercializar por internet.
El principal hándicap que tiene el arte no es que sea bonito y de calidad, sino su comercialización. Es frustrante para un creador que vuelque toda su creatividad en sus obras y no reciba nada a cambio. Al final dejará de crear o lo convertirá en una afición residual que cada vez practicará menos, porque tiene que buscarse la vida por otros medios. Como consecuencia, privará al mundo de su creatividad. La comercialización de camisetas artísticas es una oportunidad para evitar que eso suceda. No te aseguro que te vayas a volver rico, pero sí es un aliciente para continuar creando.
En una entrevista concedida al blog de la escuela vasca de diseño gráfico Usandizaga Diseño, el dibujante guipuzcoano Blami cuenta como ha utilizado las camisetas para dar difusión a sus dibujos más personales. El joven diseñador trabaja efectuando ilustraciones para revistas, diseñando logos para empresas, carátulas de discos o carteles publicitarios, como los de los conciertos organizados por la sala Zulo de Lasarte. Son trabajos comerciales que surgen de un encargo. Sin embargo, desde niño, le ha gustado utilizar el dibujo para plasmar sus inquietudes y su particular visión del mundo. En una lucha permanente por hacer de su afición su modo de vida, Blami ha encontrado en las camisetas un medio para compartir con los demás sus creaciones, al mismo tiempo que se ha convertido en una entrada más de dinero.
Junto con dos amigos creo la empresa “Gora! Kamixetac”. Como sucede con otros aspectos del diseño, han recibido encargos para diseñar camisetas publicitarias para pequeños negocios de la provincia, pero siempre le han querido dar un toque personal. De momento el público les ha respondido.
Para difundir el trabajo creativo por internet, las redes sociales son una estupenda herramienta. Plataformas como Instagram o los videos cortos de TikTok son empleados habitualmente por los artistas para dar a conocer su trabajo a un público más amplio. Esto permite crear una comunidad y difundir una marca, que en el momento en el que se lance un producto, hará que tenga más repercusión.
Camisetas personalizadas.
Las camisetas personalizadas suponen dar un paso más allá en el diseño de las camisetas. El comprador participa en la confección de la camiseta que va a llevar puesta. Frente a comprar la camiseta ya preestablecida en negro o en blanco, el usuario elige el color y tipo de camiseta en la que quiere que se estampe el diseño elegido. Pudiéndole dar un toque más personal y eligiendo un producto con el que se sienta identificado. En la actualidad, muchos talleres que imprimen camiseta bajo demanda, ofrecen este servicio.
Otros talleres de impresión, también permiten que, tras seleccionar una camiseta determinada, podamos adjuntar una imagen JPG o escribir una frase, que ellos imprimirán en la camiseta en el lugar que hemos indicado. El comprador se convierte en una especie de diseñador de su propio producto. Un planteamiento inspirado en el “Háztelo tú mismo”, presente en la cultura Punk, en el mundo del Fanzine y en otras manifestaciones de la cultura underground, que se ha extendido gracias al desarrollo de los medios tecnológicos.
Esta forma de hacer camisetas es interesante, ya que tú eliges completamente la camiseta que vas a llevar. Lo único que hay que tener en cuenta es que si seleccionas ilustraciones que ya están hechas, te recomendamos que respetes los derechos de autor. Si conoces al artista, pídele permiso, y si te descargas la imagen de internet, procura que no esté protegida por ningún tipo de copyright.
Frente a la uniformidad que impera en el mundo de la moda, la venta de camisetas artísticas por internet, abren una ventana a la diversidad que aporta un toque de color entre tanta prenda fabricada en serie.