El aire acondicionado es una de las herramientas más útiles para mantenernos frescos y cómodos en verano. Sin embargo, el uso excesivo del aire acondicionado puede aumentar significativamente los gastos de energía, las facturas de la luz y la huella de carbono. Por eso, en este artículo amos a indicar algunos consejos prácticos para utilizar el aire acondicionado de manera eficiente.
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Mantén el aire acondicionado limpio y bien mantenido
Antes de utilizar el aire acondicionado, te debes asegurar de que esté limpio y bien mantenido. Para ello es necesario limpiar el filtro de aire regularmente y verificar que no haya obstrucciones en el conducto de aire. Así como limpiar bien el aparato por fuera para evitar la acumulación de polvo y suciedad. ¿Y cómo hacerlo? Pues en este artículo de la revista Clara explican cómo limpiar el aire acondicionado por dentro y por fuera.
En resumen, un aire acondicionado sucio o mal mantenido no funcionará de manera eficiente y consumirá mucha más energía.
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Ajusta la temperatura adecuadamente
Mantener una temperatura constante es esencial para maximizar la eficiencia del aire acondicionado. La temperatura ideal para el aire acondicionado es de 22 grados, aunque en puede oscilar hasta los 26 grados.
Pero debes saber que ajustar la temperatura a un nivel más bajo no enfriará la habitación más rápido, sino que consumirá más energía.
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Aprovecha el ciclo de enfriamiento y apagado automático
“La mayoría de los aires acondicionados tienen un ciclo de enfriamiento y apagado automático. También cuentan con un temporizador. Por lo que si quieres utilizar el aire acondicionado de manera eficiente tienes que programarlo para que se apague después de cierto tiempo. De esta manera, el aire acondicionado solo funcionará cuando lo necesites y no se quedará encendido innecesariamente”, explican desde García Guirado, empresa que ofrece soluciones de eficiencia energética y sistemas de climatización.
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Escoge bien la ubicación de los aparatos
La ubicación del aire acondicionado puede afectar a su eficiencia. Si es posible, coloca el aparato del aire acondicionado en una pared norte o este, ya que recibirá menos luz solar directa. También es importante asegurarse de que el aire acondicionado esté instalado en un lugar donde el aire pueda circular libremente.
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Complementa con ventiladores
Los ventiladores son una excelente manera de complementar el aire acondicionado. Coloca un ventilador en la habitación en la que más tiempo pases para ayudar a mover el aire fresco y distribuirlo de manera uniforme por toda la habitación. Además, al utilizar un ventilador, podrás ajustar la temperatura del aire acondicionado a un nivel más alto, lo que reducirá el consumo de energía. Porque el consumo del ventilador es mucho más bajo que el consumo del aire acondicionado.
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Asegúrate de que las puertas y ventanas estén cerradas
Por supuesto, te tienes que asegurar de que las puertas y ventanas estén cerradas cuando estés utilizando el aire acondicionado. Esto ayudará a mantener la temperatura de la habitación y evitar que el aire fresco escape.
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Utiliza cortinas y persianas
Las cortinas y persianas pueden ayudar a bloquear la luz solar y reducir la cantidad de calor que entra en la habitación. Por lo que en las horas de mayor calor o luz solar es conveniente cerrar las cortinas o bajar las persianas. Esto reducirá la carga de trabajo del aire acondicionado y permitirá que funcione de manera más eficiente.
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Ventila por las noches
Un truco para conseguir ventilar la casa y bajar su interior varios grados es ventilar por las noches. Abre las ventanas por la noche para permitir que entre aire fresco y reducir la carga de trabajo del aire acondicionado. Eso sí, también deberías abrir las puertas de las habitaciones para generar corriente y conseguir que el hogar se ventile por completo.
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Apaga el aire cuando no estés
Y el último consejo, que es básico y primordial es apagar el aire cuando no se esté. Si no vas a estar en casa durante varias horas, apaga el aire acondicionado. Esto reducirá el consumo de energía y te ayudará a ahorrar en costos de energía. Pero esto mismo se puede derivar a las estancias del hogar. Por ejemplo, si hay una habitación que no se utiliza casi lo mejor es cerrar la puerta y desconectar el aparato del aire acondicionado. Porque no merece la pena gastar energía en enfriar una habitación que no se va a utilizar.
En resumen, utilizar el aire acondicionado de manera eficiente es fundamental para ahorrar energía y reducir las facturas de la luz. Por lo que es conveniente que sigas estos consejos para utilizar tu aire acondicionado de manera responsable y para mantener tu hogar fresco y habitable durante los días calurosos del verano.