La responsabilidad con el medio ambiente es de todos. No solamente a nivel individual -que es evidentemente muy importante- sino a nivel macro e industrial. Los rubros industriales están en la obligación de generar cambios que le permitan disminuir los agentes contaminantes producto de sus labores y procedimientos, puesto que la contaminación a gran escala no depende solamente de las personas, sino de las grandes corporaciones.
Si se quiere cambiar el rumbo que a día de hoy tiene el planeta, lo prioritario es que se generen normativas nacionales e internacionales que obligan a los gobiernos, y por ende, a todas las empresas que funcionan en sus territorios, a crear y a ejecutar las reestructuraciones necesarias para que sus procesos sean lo menos contaminante posible. Y si bien es cierto que estas normas existen y son vigentes, sigue quedando mucho camino por recorrer.
Este camino se recorre día a día y generando cambios constantes, además de utilizando los recursos de una forma inteligente y pensando a largo plazo. Para ello es importante que a todos los recursos se les busque una manera de que puedan seguir siendo funcionales a lo largo del tiempo y es allí donde el reciclaje entra en juego.
Desde muy pequeños dijeron que era muy importante reciclar, que utilizáramos material reciclado para las tareas o proyectos escolares y que buscáramos siempre darle una utilidad a las cosas que podían ser “desechadas”. Ese principio debe ser aplicado en una escala mucho más grande y que abarque muchos escenarios y por supuesto, muchos recursos. El papel, el plástico, el vidrio, los metales, son materiales que pueden ser reciclados y hacerlo es una manera excelente de darle una nueva vida a los recursos.
El potencial para el reciclado de metales es enorme. Se estima que sólo los desechos de equipos eléctricos y electrónicos en el mundo oscilan entre 20 y 50 millones de toneladas anuales, es por ello que es tan importante buscarle nuevos usos a esa enorme cantidad de metal desechado.
El reciclaje de metales es fundamental y aunque un gran número de ellos puede pasar por este proceso, hay algunos que no entran en esa categoría, como aquellos que sirvan como contenedores para almacenar productos tóxicos ya que por las propiedades de lo que contienen, no podrán ser reutilizados. Ese tipo de envases deberá depositarse en un punto limpio y siguiendo las normativas legales vigentes en relación a los materiales tóxicos.
Ahora bien, conocer cuales son los metales que pueden reciclarse, es fundamental para actuar en consecuencia y contribuir de la forma correcta en su recolección y posterior proceso de reutilización, y según los especialistas de Danvimet, expertos en la venta de estanterías de acero inoxidable para hostelería, estos son:
- Hierro: es el metal duro más usado. Se encuentra en puertas, herramientas, tornillos, martillos o adornos.
- Acero: está muy presente en nuestra vida cotidiana, en electrodomésticos o piezas de coche. Elementos como la cubertería, sartenes, herramientas, equipos mecánicos, maquinaria, tuberías o clavos son de este material.
- Aluminio: es un metal muy utilizado por su versatilidad, que lo hace muy presente en el día a día. Platos, papel de aluminio, latas, contenedores, ventanas o utensilios contienen aluminio.
- Cobre: Es un elemento clave para el mundo eléctrico por su conductibilidad y flexibilidad. Muchos cables, cacerolas, ollas o tuberías están hechos de este metal.
- Bronce: la aleación de cobre y estaño se utilizó en épocas antiguas como un metal precioso, para hacer joyas y decoración. Actualmente se conservan muchas de esas obras, además de estatuas, que demuestran su durabilidad.
- Latón: esta mezcla de cobre y zinc tiene un color dorado que hace que uno de sus usos principales sea la bisutería, algo que está presente en todos los hogares.
- Plomo: el plomo se ha empleado históricamente para muchos fines porque se funde con facilidad. Actualmente se encuentra, sobre todo, en baterías.
¿Cómo es el proceso del reciclaje de metales?
Tomar conciencia sobre lo necesario que es el reciclaje de metales debe ir de la mano no solamente del pensamiento y la reflexión, sino de la acción. Pero es evidente que no saber cómo ayudar, va de la mano del desconocimiento del proceso, pues no podemos ser verdaderamente efectivos si no empezamos el proceso de la manera adecuada.
- Recolección: Las empresas especializadas en reciclaje de metales, son las responsables de recoger el material desechado. Por lo general se suele llegar a acuerdos entre la empresa recolectora y la que desecha para negociar la frecuencia en la que se llevará a cabo la recolección del metal.
- Separación: Este paso consiste en separar los metales desechados. Esta separación depende de las condiciones que tengan las piezas, pues aquellos que estén en buen estado se separan de los que presenten un daño serio (como la oxidación) y de otros tipos de materiales como plásticos y madera.
- Preparación y trituración: Una vez separados, el siguiente paso es compactar los metales para facilitar su manejo. Tras ello comienza el proceso de trituración, con el objetivo de reducir el volumen de los residuos metálicos para ahorrar energía en la fundición, lo que se traduce en menos contaminación ambiental.
- Fundición: Las láminas o piezas de metal resultantes de la trituración pasan por un horno para ser fundidas. Este es el proceso que marca la diferencia con la fabricación de metales completamente nuevos, ya que el reciclado utiliza mucho menos calor y agua que el proceso de producción de metales desde cero.
- Purificación: El siguiente paso es asegurarse de que los metales procesados están libres de impurezas. Para ello se emplean técnicas como electrólisis o mecanismos magnéticos que eliminen posibles restos de metales o materiales indeseados. Finalmente, el metal fundido pasa por un proceso de enfriamiento que lo deja listo para ser reutilizado y reincorporado a distintas cadenas de suministro.
El reciclaje de metales no es algo nuevo, pero sus procesos sí se han modernizado gracias a los avances tecnológicos de los últimos años. La tecnología ha logrado que el reciclaje se convierta en un proceso que a medida que el tiempo pasa, su huella sea más limpia, lo que se transforma en mucha menos contaminación a nivel general.
Si pensamos en cómo se reciclaba antes, es obvio que los procesos eran mucho más rudimentarios y artesanales porque no existía la maquinaria de la que disponemos hoy en día, que permite que grandes cantidades de metal sean trabajados a la vez, invirtiendo menos tiempo y generando muchos más beneficios.
¿Cuáles son los beneficios del reciclaje de metales?
Ya entendiendo el proceso que se debe pasar para que el metal pueda tener otro ciclo de vida útil, es fundamental que se conozcan cuales son los beneficios de reutilizar este material, que van mucho más allá de ayudar al medio ambiente.
La industria del reciclaje está en un crecimiento destacable desde los últimos años. Además, el reciclaje de metales, representa uno de los más importantes en el rubro. La industria que se dedica al reciclaje de metal fomenta el desarrollo económico y representa un sector en auge, que afecta a muchas empresas relacionadas directa o indirectamente, con el aprovechamiento de estos recursos.
Esto se debe a que mientras más crecimiento tenga la industria del reciclaje, son más los empleos que se generan en el rubro, mejorando no solamente la economía de los nuevos trabajadores, sino creando espacios y posibilidades de inversión beneficiosa a nivel general para el aparato productivo del país, fortaleciendo la economía y aumentando los beneficios sociales, económicos y energéticos tanto nacional como internacionalmente.
No debemos olvidar que el objetivo definitivo es proteger el medioambiente, reducir el impacto en la naturaleza, disminuir la emisión de gases contaminantes y, de esta forma, poder disfrutar todos los seres vivos de un planeta con mejores condiciones de habitabilidad.
Otros puntos importantes a destacar en relación a los beneficios que produce el reciclaje de metal, son los siguientes:
- Mejora la calidad del aire al reducir su contaminación. El reciclaje del aluminio, de hecho, representa una disminución de las emisiones en 9,8 toneladas de CO2 y 64 kilogramos de dióxido de azufre
- Genera un descenso de los residuos destinados a incineración, lo que hace que disminuyan las sustancias tóxicas y peligrosas.
- Contribuye a que se reduzcan los residuos de chatarra que acaban en vertederos.
Reciclar los metales es fundamental para disminuir el daño ambiental que los seres humanos hemos estado haciendo al planeta desde hace demasiado tiempo. La realidad es que todos los esfuerzos parecen ser poco, pero entender la problemática es necesario para que los cambios se hagan aún más tangibles.
De forma individual es mucho lo que se puede hacer y es importante que se tenga el ímpetu para generar cambios, pues estos dependen de que cada uno se eduque en la profundidad del problema de la contaminación del planeta, para que así tome las medidas necesarias para cambiar los hábitos con los que hemos crecido y vivido, pues haciendo estos cambios, es que se pueden exigir cambios a nivel general.
Los cambios industriales y legislativos se darán de la mano de lo que la sociedad así exija, por ello es tan importante asumir la responsabilidad medioambiental que nos corresponde y que con ella en mente, generemos cambio a donde quiera que vayamos.